29 abril 2009

Libro de cuentos infantiles, ambientado en la Antártida: El Color del Hielo

Pasajes de la Obra El Color del Hielo:
Un libro de Waldemar Fontes

[... le dijo que incluso existía el hielo negro y Beatriz lo pudo comprobar cuando fue al glaciar y observó trozos de hielo que contenían piedras y tierra que venían siendo arrastradas quien sabe de donde y que quedaban si, de color negro.
Todas estas respuestas las iba anotando en un cuaderno y las analizaba.
Ya se estaba aburriendo de esas respuestas monocromáticas cuando un señor que hacía el monitoreo ambiental de la base, le dijo: -El color del hielo se aprecia según con los ojos con que se mire.
Esa respuesta le interesó. Entonces el señor explicó: -También influye nuestro estado de ánimo y lo que estamos pensando cuando miramos el hielo.
La invitó entonces a ponerse las antiparras que él usaba, que tenían un visor amarillo y observar el témpano que aún estaba en la bahía.
Beatriz comprobó que el matiz del azul se veía diferente mirando a través de ese vidrio que a través de sus lentes negros.
-Tiene razón, dijo Beatriz. -El color de las cosas es diferente según el color del cristal con qué se mire….
-Eso es un viejo dicho. Me alegra que lo hayas descubierto por ti misma.
Beatriz se rió. Estaba contenta porque seguía descubriendo matices de color .
El señor se puso de nuevo sus antiparras amarillas y se despidió diciendo: -No te detengas, sigue buscando y descubre el verdadero color del hielo.
Toda esa tarde pasó Beatriz observando los témpanos y revisando las notas de su cuaderno. En su cabeza, una paleta de colores giraba sin detenerse. En cada color que imaginaba, podía ver un trozo de hielo y sin embargo ninguno tenía el color que ella buscaba para sus cuadros.
Al día siguiente venía un avión que traía carga y se llevaba a muchos de los que habían estado trabajando en la base esa semana.
A partir del momento en que el avión se fuera, comenzaba el verdadero trabajo de Beatriz. Había pasado una semana investigando y analizando y ahora debía ponerse a pintar el edificio con el diseño elegido por el jurado.
Cuando por fin la base quedó tranquila, con poca gente y mucho por hacer, Beatriz se instaló frente a la pared blanca...].


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o contactar a Fabián Moggia
Cel: 096 881456
intelector@adinet.com.uy

Para contactar al autor
mail: wfontes@montevideo.com.uy

17 abril 2009

Uruguay invierte y renueva sus bases en la Antártida.

Fuente http://www.mdn.gub.uy/public/not_1_14_04.pdf
Puublicado en ÚLTIMAS NOTICIAS PÁG. 10
Montevideo, 14 Abril 2009

EL PRESUPUESTO PARA LAS OPERACIONES ASCENDIÓ DE 19 A 32 MILLONES DE PESOS.
El Instituto Antártico Uruguayo (IAU) reabrió, en la última misión al continente blanco, la base Ecare y completó el montaje y la estructura necesaria para el desarrollo científico en la Base Artigas.
ESCRIBE
Martín Natalevich

UNA COMITIVA de 350 personas -hombres y mujeres uruguayos y de otros cuatro países-, llegó hasta los confines del mundo para completar una de las mayores operaciones combinadas en la Antártida.
Durante 10 días las Fuerzas Armadas coordinaron sus mayores plataformas aéreas y navales: un avión Hércules C-130 transportó a 150 personas más carga y el buque ROU 04 "General Artigas" llevó unos 200 tripulantes entre los que se encontraban cadetes de la Escuela Naval en formación, para la Antártida, investigadores, científicos y técnicos especializados, dijo el presidente del IAU, general Domingo Montaldo, a Ultimas Noticias.
La expedición tuvo múltiples objetivos que se pueden sintetizar en un único concepto: reactivar con
presencia la actividad científica que se viene desarrollando desde hace más de dos décadas en el hielo uruguayo.
Uno de los principales logros, según Montaldo, fue la reapertura de la base continental Ecare que, "por razones presupuéstales" estuvo abandonada durante siete años. La construcción de 200 metros cuadrados perteneció en sus comienzos al gobierno británico pero luego fue cedida al Uruguay. El presidente del IAU señaló que la estación estaba "muy venida a menos" pero el trabajo de cinco hombres y un teniente, durante tres semanas, permitió hacer las remodelaciones necesarias para que una dotación pueda quedarse en forma permanente. De hecho desde ahora la estación alojará a seis u ocho científicos que tendrán "otras perspectivas de investigación" a las que reinan en la Isla Rey Jorge, lugar en el que está instalada la Base Artigas.
Otro de los objetivos cumplidos fue la instalación del área científica en la Base Artigas.
Montaldo manifestó que no sólo hay que "transportar y darles de comer a los científicos" sino que hay que darles los medios suficientes para que puedan desarrollar sus actividades.
En este sentido, se montó un laboratorio húmedo y uno seco. A su vez, se instalaron dos computadoras con acceso a internet. Un convenio con Antel Data amplió la velocidad de conexión a la red de redes de 64 kb a 128 kb. Montaldo dijo a este medio que era una "donación" de la empresa estatal que asumirá los U$S 20.000 anuales que cuesta la conexión.
Además personal de UTE llegó hasta la Antártida para instalar un nuevo generador.
En acuerdo con el canal VTV, los uruguayos que están a 3.200 kilómetros de distancia puedan ver los informativos fútbol y carnaval. Un hecho que para el presidente del instituto "no es nada menor". Sin embargo, siempre aparece alguna critica: "Ya me han pegado porque no está el Canal 5. Este es el inicio, la oportunidad se la vamos a dar a todos", explicó el general.
Hace un año el Parlamento dispuso la ampliación de la nueva Comisión Parlamentaria de Intereses Antárticos Uruguayos que cambió la partida presupuestal del instituto. "Fuimos a golpear la puerta porque en el instituto había déficit, no por faltante o mala administración, sino porque las partidas no llegaban", narró Montaldo.
La comisión votó una partida especial para cubrir el déficit pero también proyectaron el presupuesto necesario para los próximos años.
En 2008 se pasó de una partida de $ 19 millones a $ 24 millones. Y para este año y 2010 se amplió de forma extraordinaria a 32 millones.
De todas maneras Montaldo informó que lo tiene que administrar de forma "diferente" dado que Uruguay organizará este año la vigésima Reunión de Administradores Antárticos Latinoamericanos (Rapal) y en 2010 la Reunión Consultiva del Tratado Antártico.
En cuanto al déficit Montaldo subrayó que se "demostró muy fácilmente que no era por mala gestión". Un 78% de la partida anterior se iba en combustible. Entre el ROU Artigas y la Base Artigas se consumían alrededor de 500.000 litros de gasoil antártico.
"Hubo un cambio trascendente y esto asegura la existencia de las actividades en la Antártida más allá del cambio de gobierno", indicó.
De esta manera no se tira por la borda la operación logística de 25 años en el continente blanco y se otorgan los medios para potenciar la investigación. Pero más importante que todo, se trabaja para el fin supremo: "la actividad política en el club".
"Estamos construyendo la institucionalidad de la Antártida", dijo Montaldo con orgullo.
En la actualidad hay 28 países que forman parte de un club exclusivo que administra todo aquel territorio y mar al sur del paralelo 60. Uruguay integra esa lista selecta.
En la segunda mitad del siglo XX los países involucrados pasaron de tener un tratado de "paz y ciencia" a una administración continental compartida.
La reunión consultiva de los miembros que integran el tratado se realiza anualmente y allí se toman decisiones, por consenso, que son obligatorias para el espacio antártico.
Cada miembro tiene voz y voto, pero también tiene la posibilidad del veto. Montaldo narró, a modo de ejemplo, que se le negó a China su deseo de establecer una nueva base y se le indicó que "debía hacer estudios de protección ambiental".
"Ahí está la realidad, ahí se juega el partido" sostuvo el presidente del IAU y agregó: "Hay que hacer bien los deberes al sur: tener una presencia activa, continua y autónoma". Uruguay está trabajando para eso.
Oficina de Relaciones Públicas
Ministerio de Defensa Nacional
www.mdn.gub.uy

16 abril 2009

La pesca de la merluza negra en la Antártida

Tomado de Noticias del Instituto Antártico Uruguayo
Abril 2009
La pesca de la merluza negra en la Antártida
por M.Sc. Oscar D. Pin (DINARA)

La "merluza negra" constituye un recurso pesquero de alto valor comercial, de administración múltiple y compartida en cuanto a las naciones implicadas en su explotación y centralizada en cuanto a su manejo directo por un organismo supranacional: la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCRVMA).
Uruguay adhirió el 22 de marzo de 1985 a la Convención del Tratado Antártico y comenzó su participación en la pesca subantártica con el B/P "Illa de Rúa" en 1998.
Desde 1996 participa, a través de la Comisión Interministerial CCRVMA-Uruguay, en calidad de Miembro en las reuniones anuales de la Comisión.
La captura de merluza negra se ha incrementado en los últimos cinco años y en la temporada 2006-07 participaron por primera vez tres unidades de bandera nacional en forma simultánea en la Pesca Exploratoria en aguas antárticas.
...
Desde 2001, mediante el esfuerzo del Instituto Antártico Uruguayo (IAU), también ha desarrollado un Programa de Relevamiento de Desechos Marinos en las áreas costeras próximas a las instalaciones de la Base Científica Antártica Artigas (BCAA), en el marco del Tratado Antártico y de la CCRVMA.
En dicha labor de observación y registro de la acción humana sobre el ecosistema antártico, se realizó el relevamiento de desechos en las playas seleccionadas del Estrecho de Drake, en un área Norte de la costa accesible desde la citada base en la Antártida.
La finalidad del programa es la de colaborar con las funciones de la Comisión en el análisis de la eficacia de las Medidas de Conservación para el estudio y conservación del ecosistema antártico, mediante el seguimiento de indicadores de los factores que puedan afectar los recursos vivos marinos.
A partir de la temporada estival 2007/08, dicho relevamiento se realizó en forma conjunta con personal técnico de DINARA y del IAU.
El resultado de la colaboración conjunta de ambos organismos se eleva a la CCRVMA como informe nacional través de la Comisión Interministerial CCRVMA-Uruguay.
En el año 2008 solamente cuatro países, Reino Unido, Sud África, Estados Unidos de Norte América y Uruguay, realizaron actividades estandarizadas de monitoreo y comunicaron a CCRVMA sus hallazgos.
Ver el informe completo

15 abril 2009

Nota de prensa: Presencia en la Antártida es estratégica para Uruguay

Editorial del Diario Ultimas Noticias:

Presencia en la Antártida es estratégica para Uruguay 

fuente: www.ultimasnoticias.com.uy 
Miércoles 15 / 04 de 2009 

Es probable que a buena parte de la opinión pública no le resulten claros los importantes motivos del compromiso uruguayo con la investigación en la Antártida , en que ahora el país maneja dos bases. No obstante, con un esfuerzo que ya lleva 25 años, Uruguay ha alcanzado una posición estratégica en la que goza de voz, voto -y veto- en las decisiones que refieren al continente helado, mientras que está en una posición inmejorable para convertir sus años de estudio en nuevas perspectivas para la actividad del país, tanto por el conocimiento de los recursos pesqueros como por la eventual explotación de minerales.

Solamente 28 países forman hoy parte del tratado antártico, documento suscrito en 1959 por los primeros 12 Estados que habían instalado bases en el continente helado. Uruguay adhirió posteriormente e instaló allí la Base Artigas , pasando así a adquirir voz y voto en el reducido concierto internacional que rige los destinos de la Antártida. Un esfuerzo que se justifica como inversión hacia un porvenir en que la información científica recogida en la base, así como la eventual explotación de recursos minerales hoy escondidos bajo el hielo, se conviertan en un valioso patrimonio para el país.

Según lo señaló una documentada crónica que ayer publicó Ultimas Noticias, el compromiso de Uruguay con la investigación en el continente antártico se ha ampliado con la revitalización de la base Ecare, originalmente cedida por el Reino Unido a nuestro país y que había dejado de funcionar hace algunos años. Ecare es una sigla por Estación Científica Antártica Ruperto Elichiribehety, teniente de navío uruguayo que comandó en 1916 la primera incursión nacional en las heladas aguas del Sur, entonces intentando rescatar a miembros de la expedición de Sir Ernest Shackleton que vivían dificultades en la Isla Elefante.

Testimon io de la dinamización del esfuerzo que el país despliega en la Antártida fue también el viaje al continente de unas 350 personas, que fueron transportadas por un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea y por el buque ROU 04 “General Artigas” de la Armada Nacional. El importante contingente incluyó investigadores, científicos y técnicos en distintas especialidades, así como personal militar y cadetes de la Escuela Naval que siguen estudios antárticos.

La base Ecare está ubicada en la península antártica, no muy distante de la base argentina Esperanza. Ofrece a los investigadores un escenario distinto al de la más populosa Base “Artigas”, en la Isla de Rey Jorge. No se utilizaba desde hace siete años, lo que generó algún deterioro, reparado ahora por personal de la Armada. De aquí en más será una sede permanente para el trabajo de entre seis y ocho científicos, que se conectarán mediante helicóptero con la base principal.

Otro dato importante sobre la dinamización de la actividad uruguaya en la Antártida es el aumento de las dotaciones presupuestales otorgadas por el Parlamento con el propósito de financiar la presencia uruguaya en estos territorios del Sur. En 2008 una asignación presupuestal que originalmente era de $ 19 millones pasó a ser de $ 24 millones, mientras que en este año y el próximo llegará a los $ 32 millones. Según la informada crónica de Ultimas Noticias, el combustible para alimentar al buque que aprovisiona la base y el consumo propio en calefacción son el principal gasto en el que se incurre, rondando el medio millón de litros de gasoil.

Son costos importantes, pero justificados. Al igual que lo ocurrido con los estudios científicos y el trabajo cartográfico que realizó la Armada con el propósito de sustentar el reclamo uruguayo de extensión de la zona de explotación económica exclusiva en la plataforma continental en 150 millas -lo que llevaría a que la superficie total del mar territorial uruguayo supere en un 45% la del territorio- el trabajo que se despliega en la Antártida es una prometedora apuesta para el futuro del país. Así como son hoy favorables las investigaciones sobre la posible presencia de hidrocarburos en la plataforma continental que se aspira a ampliar, tanto desde el punto de vista pesquero como por la eventual explotación de recursos minerales, la presencia en la Antártida es necesaria para el país.

El Tratado Antártico prevé un régimen muy severo para la admisión de nuevos miembros, que solamente pueden ingresar con el voto favorable de todos los integrantes actuales. Este hecho incluso ha postergado hasta ahora el ingreso de China, mientras que se considera poco probable que otros aspirantes puedan alcanzar la unanimidad requerida. Uno de los casos difíciles es el de Venezuela, que ha contado con el respaldo uruguayo en materia de formación de cuadros para el trabajo en las difíciles condiciones que impone el continente blanco. 

Inicialmente dirigido a evitar la eventual utilización militar de los territorios helados, así como a evitar una carrera de reclamaciones territoriales, el Tratado Antártico nació con metas acotadas, pero paulatinamente la reunión consultiva anual de sus miembros se ha convertido en una suerte de administración continental. Hecho que también subraya el interés estratégico de la presencia uruguaya.

El país maneja ahora dos bases y dos perspectivas de la Antártida. Tiene un capital humano forjado en más de 25 años de presencia en el continente y allí lleva a cabo investigaciones que en muchos casos tienen un potencial reflejo en la explotación de recursos -marinos o minerales- o en el estudio de situaciones que interesan a toda la humanidad, como el calentamiento global. Tiene gente formada, también, en la navegación en aguas especialmente difíciles y en el manejo de aeronaves de gran porte en pistas heladas. Todo eso es un capital para el país y una herramienta en la búsqueda de nuevos horizontes para la actividad nacional.